“Pero Jesús les dijo: ¿No habéis leído [en la Palabra de Dios] lo que hizo David, cuando él y los que con él estaban tuvieron hambre? Mateo 12:3
Jesús le hace esta pregunta, no a personas ignorantes, sino a los fariseos quienes conocían muy bien la palabra de Dios. Sin embargo, de manera irónica Jesús muestra aquí, que los fariseos puede que hayan conocido muy bien la Biblia, pero no la entendían. Este es un buen recordatorio para todos nosotros.
Muchos de nosotros (al igual que los fariseos) no entendemos la Biblia. Pero esto, NO porque la Biblia sea muy complicada de entender, SINO porque la leemos prejuiciosamente. Es decir, antes, durante, y después que la leemos, estamos pensando que es anticuada, aburrida, irrelevante y equivocada. Y claro, pensar así, ya nos predispone para no entenderla, peor aun, obedecerla. Esto es muy parecido a lo que sucede con muchos de los adolescentes y sus padres. En su juventud, el joven prejuiciosamente asume que sus padres son ignorantes, anticuados, tontos etc. Y por lo tanto, lo que puedan decir sus padres no es relevante para su vida, peor aun debe ser obedecido. Es lo mismo con la Biblia.
El obstáculo más grande para entender la Biblia, no son los pasajes oscuros que tiene, sino nuestros corazones prejuiciosos. Cuando leas Biblia entonces trata de llegar sin prejuicios. No la critiques. Deja que ella te critique a ti. No trates de cambiarla, deja que ella te cambie a ti. Esta es la única manera de comenzar a entender la Biblia.