“Entonces dijo [el profeta] Natán a David: Tú eres aquel hombre…2 Samuel 12:7
Después de que David cometió adulterio con Betsabé, Dios envió al profeta Natán a reprender a David. Nuestra sociedad diría: “Pero ¿por qué?, si dos personas adultas se aman y consienten en tener relaciones sexuales, ¿cuál es el problema?” El problema es que si bien Dios ama a todos los pecadores, eso no significa que Dios tolere todos sus pecados. Ni aun nosotros actuamos así.
Aunque nos jactamos se ser una sociedad muy tolerante, nadie tolera que le roben, o que entren a su casa sin permiso. Tolerancia, NO significa que aceptamos todo en una persona, significa más bien que aceptamos y respetamos a la persona, pero NO necesariamente todas sus ideas y acciones, especialmente si estas son dañinas, peligrosas, injustas, o pecaminosas. Y esto, lo aprendemos de Dios. Cuando él ve el pecado, no lo tolera, lo reprende. Natán no toleró el pecado de David, por eso lo reprendió. Jesús no toleró la maldad de los fariseos, ni Pablo la hipocresía de Pedro.
Recuerda entonces, no dejes de reprender el pecado donde lo veas (En tu vida, tu hogar, la iglesia, la sociedad, las redes sociales etc.), porque el pecado no debe ser tolerado, sino reprendido.