Un verdadero arrepentimiento

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“Haced, pues, frutos dignos de arrepentimiento”. Mateo 3:8

Arrepentirse de algo, no es lo mismo que sentirse mal por haber hecho algo. El sentirse mal pasa con el tiempo, es un sentimiento que se va con el pasar de las horas, los días, y los meses. EL ARREPENTIMIENTO por otro lado, produce frutos, produce cambios que perduran y que se ven con el pasar de las horas, los días, y los meses. Si con el pasar del tiempo no hay frutos, entonces podemos estar seguros de que en esta ocasión no habido arrepentimiento de verdad, sino sólo un sentimiento de malestar por haber hecho algo malo.

Ahora, hay tres cosas muy importantes que tener en cuenta cuando hablamos de los frutos del arrepentimiento. Primero, hay que recordar que algunos árboles producen fruto más rápido que otros. Por lo tanto, no podemos juzgar o acusar a una persona de no haberse arrepentido tan solo porque no vemos que produce frutos tan rápido como otros cristianos. Segundo, como claramente lo vemos en la naturaleza, dependiendo del árbol, algunos árboles van a producir un fruto más grande que otros. Esto quiere decir que el arrepentimiento en algunas personas puede ser visto desde lejos. Pero no sucede igual con todos. A veces para ver si alguien esta verdaderamente arrepentido, debemos acercarnos un poco más y examinar con cuidado. Finalmente, el fruto del arrepentimiento en alguien no sólo se nota cuando esta persona deja de pecar, sino especialmente, en las precauciones que esta persona toma para ya no volver a pecar. Si yo tengo un problema con la pornografía, el alcohol, o el chisme, y digo que me he arrepentido, entonces tomaré las precauciones pertinentes para evadir, y evitar todo lo que me pueda llevar a caer nuevamente en estos pecados. Si no hago nada para prevenir estas situaciones, entonces nunca me he arrepentido de verdad.