Siendo piadosos en nuestra propia familia

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“Pero si alguna viuda tiene hijos, o nietos, aprendan éstos primero a ser piadosos para con su propia familia, y a recompensar a sus padres; porque esto es lo bueno y agradable delante de Dios”. 1 Timoteo 5:4

Hay muchas maneras de enviudar. Debido a la guerra, a un accidente, o por causa de los pastores. En Tennessee (US), hace algunos años la corte suprema decretó que este Estado tiene el derecho de cuidar y proteger en contra de la “creación innecesaria de viudas y huérfanos”. Esta por su puesto es una ley extraña, pero necesaria después de que Liston Pack, un pastor norteamericano, haya causado la muerte de algunos hombres en su congregación al hacerlos beber veneno de serpiente para probar así su fe.

Como vemos, hay muchas maneras de enviudar. Por otro lado, enviudar no es algo nuevo, aun la Biblia lidia con este asunto. Y Pablo nos enseña el día de hoy quién debe ayudar a las viudas. Pablo dice claramente que esta ayuda no debe venir del Gobierno. Tampoco debe venir de la iglesia. Sino que debe venir de los hijos y nietos. Ciertamente hoy en día la situación no es tan precaria para una viuda como lo era antes. Sin embargo, el principio todavía es importante. Porque aun cuando una mujer hoy en día enviude siendo millonaria. Sentirse sola y envejecer no son cosas que el dinero pueda solucionar. Y es para esos momentos, que está la familia. Si profesas ser cristiano entonces, no te quejes diciendo que tu madre o abuela (que son viudas) están siendo descuidadas por el Gobierno, o por la iglesia. La verdad es que están siendo descuidadas por ti. El Gobierno y la iglesia no existen para cubrir la irresponsabilidad y la falta de amor de nadie. ¿Tienes una madre o una abuela viuda? Anda y haz lo que es “bueno y agradable delante de Dios”.