Cultivando virtudes

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“Escogió Moisés varones de virtud de entre todo Israel, y los puso por jefes sobre el pueblo, sobre mil, sobre ciento, sobre cincuenta, y sobre diez”. Éxodo 18.25
A todos nos vendría bien cultivar un poco más de virtudes. El versículo de hoy nos habla de cómo Dios usó a Jetro para aconsejar a Moisés a que escoja hombres virtuosos que lo ayuden a gobernar. Lo interesante del pasaje sin embargo es que como sabemos uno no nace con virtudes, sino que tiene que irlas adquiriendo por medio de la práctica lo cual nos dice que estos hombres escogidos por Moisés deben haber estado practicando por mucho tiempo, antes de poder ser escogidos para esta labor tan importante. Todo esto es una buena enseñanza para nosotros, porque a todos nos hace falta un poco más de virtudes entre ellas por ejemplo dominio propio. ¿A quién no le falta un poco más de esta virtud a la hora de comer, estudiar, hablar, estar en el internet, actuar o ver la TV? Dominio propio es controlarse de tal manera, que nada tenga señorío sobre mi vida. Esta semana o este mes proponte en tu corazón ya no irritarte, chismear, mal anocharte, ser impuntual, comer demasiado etc. y no dejes de hacerlo hasta que lo domines. Otra de esas virtudes que también podemos seguir cultivando es el valor. Uno de los errores más grande en cuanto a esta virtud es creer que tener valor, es no tener miedo, cuando en verdad no se trata de cómo te sientes en tal situación, sino de cómo actúas frente a ella. A todo el mundo le asusta algo, la cuestión es que haces cuando te asustas. Los problemas siempre vendrán, si tienes o no valor por otro lado, dependerá como enfrentas tus problemas. Finalmente usa virtud que creo también nos falta cultivar más es el amor a la lectura. Un día alguien me dijo que “el mayor impacto que tendrás en la vida, vendrá mayormente de los personajes que encuentres en los libros que lees.” Ten un poco de dominio propio, ármate de valor, y proponte este año leer la Biblia diariamente, y por lo menos un buen libro cada 3 meses. Los nuevos estudios nos demuestran que el Internet nos está quitando la capacidad de pensar con profundidad, de leer bien y de comunicarnos mejor. Por otro lado, todo esto se puede arreglar leyendo la Biblia y buenos libros. Como creyente tenemos que ser gente de virtudes, pero recuerda, estas no vendrán, a menos que las ejercitemos o las practiquemos diariamente.