“Porque la paga del pecado es muerte, mas la dádiva de Dios es vida eterna en Cristo Jesús Señor nuestro” (Romanos 6:23)
Un estadio oficial de fútbol mide aproximadamente 100 metros de largo. Imagine tratar de darle al blanco a esa distancia, para cualquier persona sería muy difícil. ¿Qué pasaría si la distancia fuera 1.900 metros? La distancia de unos 20 estadios de fútbol. Eso sí sería básicamente imposible para cualquier ser humano común. Pero no para Chris Kyle, un francotirador americano quien en le 2008 hizo exactamente eso, le dio al blanco a una distancia de 1900 metros.
Una de las palabras usadas en la Biblia para decir pecado, es la palabra griega ἁμαρτία (jamartia) la cual quiere decir “errar en el blanco”. El blanco de Dios son los mandamientos, y se nos llama a no errar cuando los cumplimos. No hay margen de error, ni tampoco mérito en decir que “le dimos aladito”, o que “casi le dimos”. El llamado de Dios es a dar en el blanco, cumplir los mandamientos perfectamente. Esto debería ayudarnos a tomar más en serio el pecado, y no contentarnos tan solo con tratar, sino con seguir tratando hasta que podamos cumplir con lo que Dios manda. ¿Pero que pasa cuando no acertamos? El versículo de hoy dice, “pero la dádiva de Dios es vida eterna en Cristo Jesús Señor nuestro”. Es decir, el llamado es a dar en el blanco, pero si no lo hacemos, Dios nos da una nueva oportunidad gracias a que nuestros pecados han sido perdonados en Cristo Jesús. Recuerda entonces, tu llamado no es a darle “aladito” y ser “casi”un buen padre.
Tu llamado es a ser un buen padre, y punto. Pero si es que fallas (y todos lo hacemos), siempre hay una nueva oportunidad gracias a Cristo. Toma en serio el pecado y lucha en contra de él. Y cuando falles no te desesperes, siempre hay una nueva oportunidad.