“Y respondió Dios a Moisés: YO SOY EL QUE SOY. Y dijo: Así dirás a los hijos de Israel: YO SOY me envió a vosotros”. Éxodo 3:14
La Biblia nos dice que cuando Dios se reveló a Moisés, el nombre que Dios escogió para sí mismo fue: “Yo soy”. “Yo”, nos informa que Dios es un ser personal, es decir que tiene la capacidad de relacionarse, amar, sentir, pensar, imaginar etc. “Soy” por otro lado, nos dice que Dios es eterno, constante, e inmutable. Él es, lo que siempre fue en el pasado, y lo que siempre será en el futuro. Entender esto último (“Soy”), es muy importante, porque por medio de esto se nos recuerda que si bien Dios es SIEMPRE amor, gracia, bondad etc., al mismo tiempo Dios es también SIEMPRE justicia, ira, santidad etc.
Muchas veces, cuando la gente habla de los atributos de Dios, convenientemente solo afirma los atributos “agradables” como el amor, gracia, misericordia, bondad etc. pero deja de lado los “desagradables” como: la ira, justica, santidad, etc. Hacer esto no es bíblico, es anti bíblico, porque el Dios de la Biblia es una unidad. Dios es todos sus atributos, al mismo tiempo, y con la misma fuerza. Por eso la Biblia dice que Dios es “luz” (1 Jn. 1:5), “amor” (1 Jn. 4:8), “ira” (Rom. 1.18), “santo” (Isa. 6.3), “justicia” (Sal. 5.11), etc. pero nunca nos da un porcentaje. Nunca nos dice que Dios es 95% amor, y 5% Ira. Tristemente, es porque la gente piensa así, que muchos creen que Dios nunca condenaría o castigaría cosas como la homosexualidad, el aborto, la mentira, o cualquier otro pecado, sino que solo lo perdonaría. ¿Por qué? porque según razonan, Dios es 95% amor, y 5% Ira. Si algo nos recuerda la frase “YO SOY” entonces, es que Dios es una unidad. Dios es todos sus atributos al mismo tiempo, y con la misma fuerza. Tengamos cuidado de crearnos nuestra propia versión de Dios. Un “Dios” hecho solamente de las partes que a nosotros nos convienen, o nos agradan.