“Dios es Espíritu” Juan 4:24
Mucha gente no entiende este versículo, y es por no entenderlo, que caen en la idolatría. Que Dios es Espíritu, quiere decir que Dios no es un Ser material. Por lo tanto, es un Ser que no se parece a ninguna cosa que haya en este universo. Lo cual significa entonces que Dios es totalmente diferente a cualquier elemento que haya en nuestra galaxia, en otras, o en todas las galaxias juntas. Es así, que no hay nada en ningún lado de este mundo, o el espacio sideral con lo cual podamos compararlo, o representarlo adecuadamente.
Es por esta razón que, Dios le dice al pueblo de Israel “No tendrás dioses ajenos delante de mí. No te harás imagen, ni ninguna semejanza de lo que esté arriba en el cielo, ni abajo en la tierra, ni en las aguas debajo de la tierra”. (Éxodo 20.3–4) ¿Por qué Dios mandaría algo así? porque nada en el universo puede representarlo a Dios cómo realmente es. Quererlo hacer, sería una locura, un insulto, y nos llevaría a la idolatría. Entender que Dios es Espíritu entonces, y no un ser material como los ídolos tiene muchas ventajas. Por ejemplo, nos ayuda a saber que, porque Dios es Espíritu, puede conectarse, relacionarse, entendernos, y ayudarnos en lo más profundo de nuestro ser. Tristemente, muchos de nosotros no entendemos esta verdad, y por eso buscamos consuelo y ayuda para nuestros problemas más profundos en los ídolos, amigos, pastillas, entretenimiento, etc. pero no en Dios. No está mal buscar ayuda en alguien o algo más, lo malo está en tratar de encontrar en estas cosas, o personas, la ayuda, consuelo, satisfacción, y descanso que nuestra alma solo puede encontrar en Dios. San Agustín tenía razón, “Nuestras almas nunca van a encontrar descanso, hasta que descansen en Dios”. Y esto no lo vamos a entender, hasta que entendamos que “Dios es Espíritu”.