“Varón y hembra los creó [Dios]”. Génesis 1:27
La revista Time Magazine ya en el año 2016 publicó un artículo llamado “El embarazo de mi hermano: y la construcción de la nueva familia americana”. El artículo cuenta la historia de una mujer que a los 19 años decidió someterse a cirugías y tratamientos hormonales para poder ser un “hombre”. Claro, después de todos estos tratamientos llegó a parecerse mucho a un hombre (no, a ser un hombre), pero irónicamente todavía quería ser mamá, y, por lo tanto, como mujer decidió también embarazarse. ¿Le parece confusa esta historia? Lo es. Porque así está el mundo, confundido. No tiene estándares de nada y para nada.
La Biblia por otro lado es clara, Dios nos creó varón y mujer. Dios es el que asigna lo que somos desde que nacemos, no nosotros o la sociedad. Pero al mundo no le importa esto. Y por eso revistas como Time Magazine promueven y aprueban todo este tipo de comportamiento. Sin embargo, nunca nos dicen el otro lado. Que la gente que se somete a este tipo de “cambios” no quedan bien psicológicamente, y muchos de ellos con el tiempo quieren volver a lo que fueron. Que todas estas personas tienen altos porcentajes de ansiedad, están siempre con psicólogos y que son 25 veces más propensos a suicidarse. No es bueno incentivar, promover, aceptar, o someterse a corrientes del mundo. Las consecuencias como vemos son devastadoras.
Recuerde, la Biblia no promueve una idea diferente a la del mundo solamente porque le da la gana, sino porque Dios sabe cómo nos diseñó, y cómo funcionamos mejor. Nunca entonces tenga temor de proclamar las verdades bíblicas. Si Dios es amor y él mismo nos dice que nos creó varón y mujer, entonces proclamar esta verdad no es un acto de odio, sino de amor.