…por cuanto no recibieron el amor de la verdad para ser salvos. Por esto Dios les envía un poder engañoso, para que crean la mentira, a fin de que sean condenados todos los que no creyeron a la verdad, sino que se complacieron en la injusticia. (2Tes.2: 10,11)
La verdad tiene su propio candor que es el amor, como, por ejemplo: El padre que ama a su hijo lo disciplina, porque sería tan cruel para el hijo crecer sin disciplina; es decir a la merced de sus propios apetitos. En realidad, la verdad no oculta nada, aunque sea dura, ya que trae consigo la esperanza de cambio y lo más grande aun es que la verdad nos libra del engaño y de la esclavitud.
Este tiempo es conocido como el tiempo en el que cada quien tiene “su verdad”, donde como suele decirse, “todo es relativo” aun lo exacto como “2+2”. Es por esto que Dios en su palabra nos dice: “…que por cuanto no recibieron el amor de la verdad, Dios les envía un espíritu engañoso, para que crean la mentira” (2 Tes. 2:19). La realidad que experimenta la sociedad actual es que la única verdad es la que viene de los grandes medios, quienes han monopolizado la versión oficial y única de las cosas, es por esto que las mentiras se vuelven oficiales cuando se carece de debate. En este tiempo si alguien manifiesta algo diferente a la versión oficial es un conspiranoico y hasta un disidente. Bajo el slogan de: “por su bien y el de sus seres queridos” todos deben cerrar sus mentes y aceptar el único lado de las cosas. Por ejemplo: Nunca se debatió sobre las pruebas PCR, ni se sacó a la luz las arcas de quienes crecieron desmedidamente en “tiempos de pandemia”, tampoco hoy se debate con los científicos no oficiales sobre los efectos colaterales de las vacunas, especialmente en niños. No, si se puede ver claramente que el mundo está bajo engaño. – (F)