Ahora, pues, ¿estáis dispuestos para que, al oír el son de la bocina,… os postréis y adoréis la estatua que he hecho? Porque si no la adorareis, en la misma hora seréis echados en medio de un horno de fuego ardiendo; ¿y qué dios será aquel que os libre de mis manos? (Dn. 3:15)
En este texto se ve claramente que aquel que ha obtenido el poder total, como en el caso del Rey Nabucodonosor de Babilonia, éste puede determinar quien vive y quien muere. La sociedad mundial está camino hacia entregar las libertades individuales en manos de quienes están adquiriendo el poder total, sin embargo, la sociedad actual no es consciente de este peligro, ya que la apelación se hace en nombre del bienestar individual y social a rendir las libertades de conciencia, de pensamiento, de expresión, sin cuestionamiento alguno. Los crímenes contra la humanidad no comienzan escandalosamente, un ejemplo de esto es el caso de la Alemania Nazi que en materia de ética en investigación biomédica en 1931 el Ministerio del interior del Rich dictó unas directrices para nuevas terapias y experimentación en humanos, donde se recogían los principios de beneficencia, la autonomía del paciente, y la doctrina legal del consentimiento informado, prohibiéndose la experimentación con moribundos y necesitados económicos o sociales; sin embargo, 10 años más tarde todo tipo de atrocidades era permitido.
Hoy también las naciones del mundo están buscando medios para que todos sean vacunados, y ciertos medios atropellan la libertad de pensamiento, de conciencia y de expresión. – (F)