No se dejen engañar de ninguna manera. Pues antes de aquel día tiene que venir la rebelión contra Dios, cuando aparecerá el hombre malvado, el que está condenado a la perdición. Este es el enemigo que se levanta contra todo lo que lleva el nombre de Dios o merece ser adorado, y llega incluso a instalar su trono en el templo de Dios, haciéndose pasar por Dios. (1Tes.2:3,4)
Hablar del nuevo orden mundial no es desconocido, ya que el mundo entero está yendo en esta dirección, es decir en tener un gobierno rector que viene de afuera para todas las naciones. Un pequeño ejemplo de esto podemos ver en este periodo de “pandemia” en el cual un organismo rector que es la OMS dirigió las políticas no solo en el campo de la salud, sino también determinó las libertades que deben ser abolidas y otros aspectos más. Otras instancias en dirección del nuevo orden mundial están dándose a pasos acelerados como es la vinculación entre El Foro Económico Mundial y la ONU; la primera con su agenda 2030 con sus metas globalistas que muestran a un gobierno totalitario atrás de estas metas, y la segunda con la agenda 2030 para el desarrollo sostenible que poco a poco se alinea con la primera.
La Biblia claramente nos rebela que éste desarrollo hasta la aparición de un líder mundial tiene que seguir este camino, y mientras esto sucede el Pueblo de Dios sufrirá rechazo por no alinearse con una agenda que va contra el orden establecido por Dios a través de siglos. Por ejemplo, una de las metas del Foro Económico Mundial es: “No tendrás nada y serás feliz” lo que significa que están decididos a exterminar la propiedad privada y por ende la soberanía de las naciones a como dé lugar. Este proceso como lo dice la Biblia seguirá hasta la aparición de aquel líder mundial, líder que se opondrá aún más fuertemente a Dios, y engañará a muchos haciéndose pasar por Dios; pero que sin embargo no permanecerá por mucho tiempo, ya que El Señor Jesucristo aparecerá por segunda vez. – (F)