“Presentándote tú en todo como ejemplo de buenas obras; en la enseñanza mostrando integridad, seriedad” Tito 2:7
Edward Lorenz fue un físico que trabajó con ordenadores elaborando programas meteorológicos. Un día mientras hacía sus cálculos cometió un error. Queriendo introducir un dato numérico de 6 decimales: 0.506127, accidentalmente introdujo solo los tres primeros. Y aunque Lorenz sabía que había cometido un error decidió seguir, ya que pensó que un error tan pequeño, no cambiaría en gran manera los resultados finales. Pero estaba equivocado. Como él mismo lo explicaría después, este error tan pequeño le permitió descubrir que increíblemente, el aleteo de una pequeña mariposa en Pekín, puede una semana después producir un huracán en Nueva York. Esto es lo que ahora conocemos con el nombre de: “Efecto Mariposa.”
La Biblia nos llama a ser buen ejemplo para los demás. Sin embargo, a veces parece que ese buen ejemplo que damos no sirve de nada. No impacta en nada la vida de alguien, o a la sociedad en general. Pero eso no es verdad. Todo lo que hacemos repercute en la sociedad con algún tipo de “efecto mariposa.” Las pequeñas cosas como ser honesto en la tienda de la esquina, o dejar de ver pornografía tienen un impacto personal, familiar, o social muy importante. Espiritualmente hablando: toda pequeña acción, tiene una gran reacción. No desmayes en tu buen testimonio, porque todos necesitamos del impacto que este luego causa.