“Más que los viejos he entendido, Porque he guardado tus mandamientos.” Sal 119:100
Uno de los problemas más grandes de nuestra era moderna es que hemos dejado que los “expertos” dicten como debemos que vivir. Aun cuando lo que nos recomienden sean perfectas estupideces. Algunos sexólogos por ejemplo, dicen que tener relaciones sexuales fuera del matrimonio es saludable para la pareja. Psicólogos como el Dr. Wayne Dyer dicen que para acabar con el pecado y ese sentido de culpa que nos produce, hay que seguir pecando hasta que ya no sintamos culpa. Esto es lo que los “expertos” nos recomiendan.
El versículo de hoy sin embargo nos da un mejor consejo. Nos enseña que la palabra de Dios es la fuente de toda erudición y sabiduría para la vida. Según este versículo, aun los jóvenes sin experiencia pueden llegar a ser más entendidos que los viejos. Estas son buenas noticias entonces, porque nos recuerdan que no tenemos que ser “expertos” en todo para poder vivir bien en esta vida o dar un consejo. Solo tenemos que conocer mejor la palabra de Dios. Es por eso que Pablo pudo dar los mejores consejos de matrimonio, aun sin estar casado. Porque sabía lo que la Biblia decía en cuanto al matrimonio. Así que recuerda, está bien estudiar, sacar un título, y buscar erudición. ¡Ese no es el problema! El problema viene cuando siendo “expertos” creemos saber más, o mejor que Dios. No te dejes engañar por los “expertos,” ni por tu propia erudición. Ponle un balance a tu conocimiento. ¿Cómo?, conociendo también la palabra de Dios.