“Porque no hay autoridad sino de parte de Dios, y las que hay, por Dios han sido establecidas.” Rom13:1
Según se dice “cada nación tiene el gobierno que se merece.” Pero esto no es verdad ni aquí en la tierra, ni en el cielo. Es inconcebible pensar por ejemplo que niños, y jóvenes (quienes también son parte de una nación) merezcan un dictador que los abuse y los pervierta. Ellos no merecen eso. Por otro lado, en el cielo estaremos gobernados por Dios. Y nadie (en su justo juicio) diría que nosotros los pecadores merecemos tal gobierno. “Cada nación tiene el gobierno que se merece” entonces no refleja la realidad presente, ni futura.
Lo que la Biblia más bien enseña es que “toda autoridad es establecida por Dios.” Es decir, es Dios quien coloca a los presidentes, asambleístas, reyes, padres de familia, árbitros de futbol etc. Eso es lo que SÍ se nos permite saber. Lo que NO se nos permite saber, es por qué Dios lo hace. En los tiempos en los que Pablo escribió estas palabras Nerón, un hombre sanguinario y cruel, estaba en el trono. Pero aun así Pablo escribe “toda autoridad es establecida por Dios.” Con estas palabras Pablo no estaba queriendo decir que estos hombres, mujeres, niños, y jóvenes que morían y eran maltratados salvajemente merecían a Nerón. Sino más bien que Dios quien está en control de todo, ha permitido esto por alguna razón. En tiempos de política entonces recuerda que lo que se nos permite saber es que Dios lo controla todo. Lo que NO se nos permite saber, es por qué Dios pone tal autoridad. Ese, es Su derecho.