“Yendo un poco adelante, se postró sobre su rostro, orando y diciendo: Padre mío, si es posible, pase de mí esta copa; pero no sea como yo quiero, sino como tú.” Mateo 26.39
Una de las cosas más duras de aceptar en la vida es un “no”, de parte de Dios. Esto, porque hemos crecido con el concepto errado de lo que es la oración. Creyendo que la oración es un medio (palanca) por el cual Dios hace nuestra voluntad. Sin embargo, Jesús nos enseña lo contrario en el versículo de hoy: que la oración busca hacer la voluntad de Dios, y no satisfacer nuestras demandas o cumplir con nuestra voluntad. Si entramos en oración con la actitud de que Dios va a cumplir nuestro deseo o petición, entonces vamos a estar muy decepcionados cuando Dios no lo haga. Pero si entramos en oración buscando primero hacer Su voluntad, entonces vamos a estar satisfechos con cualquiera sea la respuesta. Recuerda, la oración no es una palanca para obtener lo que deseas, (eso sería hacer tu voluntad) sino que es un medio por el cual buscamos hacer la voluntad de Dios.