¿A qué, pues, me haréis semejante o me compararéis? dice el Santo.
Levantad en alto vuestros ojos, y mirad quién creó estas cosas; él saca y cuenta su ejército; a todas llama por sus nombres; ninguna faltará; tal es la grandeza de su fuerza, y el poder de su dominio.
¿Por qué dices, oh Jacob, y hablas tú, Israel: ¿Mi camino está escondido de Jehová, y de mí Dios pasó mi juicio? (Isa. 40: 25-27)
En este texto Dios le demuestra a Su pueblo que en verdad no le conocen, o que se han olvidado de lo que en el pasado conocían de Él, ya que llegan a la conclusión errónea cuando exclaman: “mi camino está escondido de Jehová”. En otras palabras lo que dicen es: “Dios no se da cuenta de lo que nos esta pasando, ignora de lo que estamos sufriendo”.
Muchas veces juzgamos equivocadamente a Dios, porque no le conocemos. En este texto Dios les llama a mirar el cielo estrellado, a maravillarse de la inmensidad de su creación, para luego entender la grandeza de su fuerza y el poder de su dominio a través de comprender las palabras “el saca y cuenta su ejército; a todas llama por sus nombres”, lo cual significa, que El conoce por nombre todas las galaxias y que ninguna estrella esta fuera de su conocimiento y atención.
En definitiva lo que Dios dice a su pueblo es: Si yo tengo el dominio completo y minucioso de los millones de astros, también lo tengo de todos ustedes, y de cada situación por la que están pasando. Sin embargo, muchos estamos viviendo como si Dios no se diera cuenta de nuestra situación, y nos impacientamos queriendo respuestas rápidas, porque no comprendemos que El está queriendo hacer algo más significativo y grande en nuestras vidas.