Si alguien cree que no hay diferencia entre un hombre y una mujer, solamente tiene que casarse. El matrimonio va a resolver su ignorancia. La Biblia como siempre esta acertada y reconoce también que el hombre y la mujer son diferentes y por eso les recomienda cosas diferentes a los cónyuges. “Esposos amen a sus esposas, y mujeres respeten a sus esposos.” Ahora, no es que el hombre no necesite amor o la mujer respeto, claro que lo necesitan pero el énfasis no es el mismo. Una mujer ama por naturaleza, pero el respeto a su esposo no le viene tan naturalmente. Es por esta razón por ejemplo que aun cuando ella trabaje fuera de casa, ella se preocupa por mantener esa casa limpia y tener una comida caliente para su esposo. Eso es amor. Sin embargo, cuando ella habla con su madre o sus amigas de él, entonces ya no hay mucho amor sino falta de respeto. Lo mismo sucede con el esposo, él respeta a su esposa. No le grita, no le pega, la escucha etc. Pero después de la boda y con los años, las muestras de amor van disminuyendo. Somos diferentes por eso nuestras necesidades dentro del matrimonio son diferentes. Un esposo necesita respeto, una esposa necesita amor. Este es un consejo muy práctico y actual para todo matrimonio cristiano, ya que hay decenas de maneras en las que podemos y estamos mostrando falta de amor o respeto a nuestros cónyuges. Especialmente ahora que estamos más tiempo juntos en casa. ¿Por qué no comenzar a ver esta pandemia de otra manera? En parte, como una contestación a esa oración que siempre le hemos hecho a Dios para que nos ayude a cambiar, restaurar, y/o mejorar nuestro matrimonio. Dios en este momento y por medio de esta situación te está proveyendo del tiempo, el espacio, y el momento. Y hoy por medio del apóstol Pablo incluso te provee del método: amor y/o respeto. ¿Quieres darle la vuelta a tu matrimonio? Dios ya te ha provisto de todo, es hora de aprovechar el momento.
Amor y Respeto
“Por lo demás, cada uno de vosotros ame también a su mujer como a sí mismo; y la mujer respete a su marido.” Efesios 5.33