Entró como héroe y salió como un villano. Cuenta una historia que un pastor sabía que uno de los líderes había cometido una falta que él consideraba grave y por lo tanto merecedora de disciplina. Con esto en mente, convocó a la iglesia a una asamblea para hacerle conocer los hechos. Pero tal fue su sorpresa, porque la iglesia, en lugar de juzgar el caso del líder, empezó a juzgar al pastor por no proceder apropiadamente. Pobre hombre, entró como héroe, y salió como un villano. Esto es algo que a todos nos pasa, “metemos las patas”. Sin embrago, la mayoría de nosotros nos evitaríamos este dolor de cabeza, si es que como nos dice el versículo de hoy, hiciéramos las cosas con más sabiduría y prudencia. Pero ¿Qué significa ser sabio y prudente? Ser sabio en el sentido bíblico, contrario a lo que muchos piensan, no tiene que ver con ser inteligente, sino con ser práctico. Es decir, en la Biblia el hombre más sabio no es el que sabe más, sino el que hace las cosas de manera más práctica. Por otro lado, ser prudente en la Biblia es saber discernir cuidadosamente. Es decir, que cuando estoy tratando de hacer algo, lo hago con tino, bien pensado, bien estudiado, bien analizado, y de la manera más apropiada. Aprender a ser más sabios y prudentes entonces es nuestro llamado como creyentes. Especialmente porque la Biblia no es un libro que habla de todo en la vida. Y es precisamente para esas cosas que no están escritas directamente en la Biblia, que Dios nos llama a tener sabiduría y prudencia. En la Biblia por ejemplo, no está el nombre de la persona con quien me voy a casar, la carrera que voy a seguir en la universidad, o la clase de casa que debo construir. Sin embargo, eso no quiere decir que la Biblia no tenga nada que decir en cuanto a estos asuntos. En esas ocasiones la Biblia nos dice claramente, “decide con sabiduría y prudencia”. Este es un buen consejo para toda ocasión. Antes de que hablemos, compremos algo, decidamos hacer alguna cosa, antes de que nos enamoremos, antes de aceptar un trabajo, antes de empezar una nueva amistad, elegir una carrera, etc. Así que de otros puede decirse que no son sabios ni prudentes, pero no de los creyentes, porque este es muestro mandato.
Viviendo con sabiduría y prudencia
“Con sabiduría se edificará la casa, Y con prudencia se afirmará” Proverbios 24:3