Así como todos los días nuestro cuerpo necesita alimento para tener energía y fuerza para poder llevar a cabo tareas cotidianas. Nuestra mente también es alimentada de la misma manera, y muchas veces no somos conscientes de la clase de alimentos que la llenan. Esto puede ser por medio de la música que escuchamos, los comentarios que oímos, los libros que leemos, las películas, videos musicales o series de televisión que vemos, etc. Todo a nuestro alrededor puede llegar a ser alimento para nuestra mente y así como muchas veces ponemos tanta atención en cuidar nuestro cuerpo, igualmente deberíamos cuidar nuestra mente. La mayor parte de información que ingresa a nuestra mente es por medio de los sentidos, es por esto que debemos ser cuidadosos de lo que está en contacto con ellos. Mateo 6:22 dice: “La lámpara del cuerpo es el ojo; así que, si tu ojo es bueno, todo tu cuerpo estará lleno de luz;” ¿Qué es lo que está ingresando a la mente por medio de nuestros ojos?; ¿quizá es literatura que únicamente consume nuestro tiempo sin aportar verdades relevantes; quizá es el tiempo invertido en redes sociales donde muchas veces encontramos información irrelevante o pornografía? Al igual que nuestros ojos, ¿qué es lo que dejamos entrar por nuestros oídos?, ¿quizá son chismes, vocabulario profano, música con letras depresivas o de infidelidad? Es tiempo de analizar cómo estas alimentando tu mente. Existen innumerables opciones positivas de las que puedes escoger, busca lo que sea verdadero, honesto, justo, puro y amable. Esto sin duda va a significar usar más tiempo de tu parte para analizar el contenido con el que vas a alimentar tu mente, pero de igual manera el resultado de tener una mente sana será tu recompensa.
