Creados para servir

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“Ve a la hormiga, oh perezoso, Mira sus caminos, y sé sabio; La cual no teniendo capitán, Ni gobernador, ni señor, Prepara en el verano su comida, Y recoge en el tiempo de la siega su mantenimiento”. Proverbios 6:6-8

 

Cuando Dios nos creó, lo hizo con un propósito en mente, para trabajar. La Biblia dice que Adán fue creado y luego puesto en el huerto del Edén para que lo labrara y lo cuidara (Gen 2.15). A mucha gente no le gusta escuchar esto, por lo que se excusan diciendo que Dios no nos creó tan solo para trabajar, sino para glorificarlo. Esto es verdad por supuesto, pero Dios es glorificado mayormente cuando hacemos lo que nos creó para hacer. Así que volvemos al mismo punto, fuimos creados para trabajar. Como sabemos, la vaguería es un vicio que asoma después de la caída del hombre en pecado. Al comienzo no fue así, Dios nos creó para ser productivos y estar siempre produciendo. Los versículos de hoy nos animan exactamente a eso, a trabajar, a dejar la pereza a un lado y ser como la hormiga. Esto claro, no significa que no podemos vacacionar. Aun el Señor Jesús y sus discípulos se dieron tiempo para descansar. Sin embargo, hay una gran diferencia entre trabajar para luego descansar, y hacer del descanso, mi trabajo. Es hora entonces de entender que Dios nos ha hecho con la capacidad extraordinaria de hacer cosas increíbles. Cosas que ni siquiera nosotros sabemos que somos capaces de hacer o alcanzar. Pero que solo las lograremos, si es que dejamos la vaguería un lado y comenzamos trabajar. Una de las principales características del holgazán es dejar todo para mañana, o pasado mañana, o para después. Y tristemente, muchos de nosotros hemos hecho de esta actitud incluso nuestro estilo de vida. Es por eso que tenemos toda clase de excusas para no empezar hoy a trabajar siendo mejores padres, madres, empleados, amigos, vecinos, dejando los vicios, o en cualquier otra área de nuestra vida que necesite trabajo. “Ve a la hormiga, oh perezoso, Mira sus caminos, y sé sabio”. No pienses y actúes como el holgazán. Cambia tu mentalidad, fuiste creado para trabajar. Una vez que entiendas esto, anda y comienza actuar, empieza a trabajar. Esa es la mejor manera de glorificar a Dios.