“Sólo Lucas está conmigo. Toma a Marcos y tráele contigo, porque me es útil para el ministerio”. (2 Timoteo 4.11)
¿A quién llamas tú en esos momentos de estrés o de prueba en tu vida? ¿Quién te ayuda a llevar la carga? El éxito de la organización Alcohólicos Anónimos demuestra la importancia de la terapia del sufrimiento compartido, “porque aquí vemos que tanto los que han recibido ayuda y los que se sienten impotentes encuentran ambos la sanidad a través de la dependencia los unos en los otros. En el compañerismo cristiano esto es aún más cierto: el amor compartido resulta ser [grandemente] redentor y des-estresante”. La verdad es que nunca estamos completamente solos. La radio, los amigos, el internet, las revistas, y aun el mismo Dios siempre están a nuestro lado. Sin embargo cuando la soledad nos llega, en verdad pareciera que no hay nadie junto a nosotros. Es verdad que Dios consuela y nos conforta de manera personal, pero ese mismo Dios también nos ha provisto de gente y amigos cristianos a quienes acudir en tiempos difíciles. Cuando Pablo estaba en la cárcel y según se cree en sus últimos días, hubo alguien quien estuvo a su lado, Lucas su amigo cercano. Pero no solo eso, sino que como vemos en el versículo de hoy Pablo incluso pide ver a Marcos. De seguro Pablo en prisión se sentía solo, pero tenía por lo menos a Lucas para estar junto a él, y tal vez incluso pronto tendría a Marcos. Por supuesto que Pablo tenía a Dios, pero los hermanos también eran útiles en medio de tanta soledad. ¿A quién tienes tú cuando te sientes solo? ¿Al internet, a las novelas, al YouTube? La presión y la soledad en tu vida va a disminuir bastante si es que tienes alguien con quien compartirlas de verdad ¿A quién llamas tú en esos momentos de estrés o de prueba en tu vida? ¿Quién te ayuda a llevar la carga? Si estas solo, busca a alguien. Si es que conoces a alguien que está solo, ve a visitarlo.