Sométase toda persona a las autoridades superiores; porque no hay autoridad sino de parte de Dios, y las que hay, por Dios han sido establecidas. De modo que quien se opone a la autoridad, a lo establecido por Dios resiste; y los que resisten, acarrean condenación para sí mismos. Porque los magistrados no están para infundir temor al que hace el bien, sino al malo. ¿Quieres, pues, no temer la autoridad? Haz lo bueno, y tendrás alabanza de ella; porque es servidor de Dios para tu bien. Pero si haces lo malo, teme; porque no en vano lleva la espada, pues es servidor de Dios, vengador para castigar al que hace lo malo. (Ro. 1:1-4)
El rol del gobierno civil es el de castigar el mal y de aprobar lo que es bueno
Dios ha establecido diferentes instituciones sociales a través de las cuales Él ejerce su gobierno en el mundo, instituciones que tienen sus campos de acción limitados con la finalidad de ser canales de bendición de Dios para el ser humano. Las instituciones que Él ha establecido para bendecirnos son: La familia, la iglesia, el gobierno civil, la comunidad y el trabajo. Dentro del plan de Dios cada una de estas esferas deben cumplir con sus responsabilidades específicas para ser de bendición, como también ninguna debe tomar el papel de la otra o de las otras, ya que han sido diseñadas para tener éxito específicamente en sus propios campos. Por ejemplo el rol del gobierno civil como vemos en el texto bíblico es el de castigar el mal y de aprobar lo que es bueno, para lo cual debe conocer el bien y el mal correctamente, como también la fuente de la ética que no es otra que el mismo Dios. Además es necesario que el gobierno no exceda los límites de su competencia, porque si empieza a gobernar sobre las otras instituciones llegará poco a poco a tomar el lugar de Dios mismo, llegando de esta manera a llenarse de vanagloria y lo que es peor a dictar las reglas del bien y del mal como el juez supremo.