Madurez en Cristo

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“Porque debiendo ser ya maestros…habéis llegado a ser tales que tenéis necesidad de leche, y no de alimento sólido…Pero el alimento sólido es para los que han alcanzado madurez, para los que por el uso tienen los sentidos ejercitados en el discernimiento del bien y del mal”. Hebreos 5:12–14

Estos versículos comparan a los cristianos inmaduros, con bebés que todavía tienen necesidad de leche, y no de alimento sólido. Y es que como dice el autor, algunos de nosotros cristianos, deberíamos ser ya maestros y expertos en las cosas de Dios, pero no, todavía somos unos bebés. ¿Por qué? El escritor dice, “porque no estamos ejercitando nuestros sentidos en el discernimiento del bien y del mal”. En otras palabras, porque no practicamos, lo que predicamos. Vamos a la iglesia todos los domingos, leemos la Biblia, damos la ofrenda, escuchamos prédicas acerca de un Dios poderoso que cambia vidas, pero nuestras vidas siguen igual o peor. Nuestros hogares son un desastre, nuestros matrimonios siguen estancados, seguimos dominados por toda clase de pecado, etc.

¿Quieres madurar en tu vida espiritual? ¿Quieres dejar de ser un bebé? Entonces comienza a practicar lo que predicas. Ir por la vida comportándose, o siendo un bebé todo el tiempo, no solo nos hace ver ridículos, sino que también es peligroso. Lo mismo es en la vida espiritual, no es saludable vivir siempre como un bebé. Hay que empezar a madurar.