“Y aunque sea derramado en libación sobre el sacrificio y servicio de vuestra fe, me gozo y regocijo con todos vosotros.” Filipenses 2:17
En la antigüedad la palabra “libación” era usada para referirse al vino que era derramado sobre el sacrificio. Lo que el apóstol Pablo esta diciendo aquí entonces, es que aunque él tenga que morir derramado sobre el sacrificio, esta gozoso de hacerlo, por causa de los filipenses. Esta esa una declaración casi de no creer, especialmente cuando recordamos también que Pablo está escribiendo todo esto desde la cárcel. ¿Cómo es posible que en un hombre desde la cárcel hable de morir, y no este deprimido, sino gozoso? Bueno, porque Pablo simplemente tenía una actitud diferente hacia los problemas. ¿Y por qué tenía una actitud diferente? Porque él creía realmente todo lo que Dios le había prometido: que era salvo, y que había un cielo esperando por él después de la muerte. El saber esto hacía que para Pablo no sean los problemas los que dicten su actitud, sino que su actitud dictaba como enfrentar los problemas.
Hay un pequeño poema que dice: “Un barco zarpa para el este, y otro, para el oeste. Para los dos barcos soplan los mismos vientos. ¿Por qué entonces van en direcciones opuestas? Porque es el timón, y no los vientos, el que determina la dirección en que irá el barco”. Es duro estar enfermo, enfrentar desilusión, sufrimiento, tragedia, o la muerte. Pero eso no significa que debemos enfrentar esos tiempos llenos de amargura.
No dejes que los vientos determinen, a dónde va tu barco.