“Porque nada hay imposible para Dios”. Lucas 1:37
El oxímoron es una figura literaria que consiste en usar dos conceptos opuestos, para generar uno nuevo. Por ejemplo un oxímoron sería decir cosas como: “apresúrate lentamente”, “agridulce”, “de todo un poco”, “gas líquido”, “secreto a voces”, “los dos son una sola carne”, etc. Espiritualmente hablando, hay otro oxímoron que nosotros los cristianos hemos creado, el “cristianismo ateísta”. En esto es lo caemos todos nosotros los que profesamos creer en Dios, pero que vivimos como si Dios no existiera. ¿Cuándo un cristiano vive un cristianismo ateísta? cuando dejamos que nuestros problemas nos ahoguen, como si no existiera un Dios que fuera más grande que ellos. ¿Cuándo vivimos un cristianismo ateísta? cuando vivimos derrotados por lo miedos irracionales, no reconociendo que hay un Dios con quien podemos enfrentarlos. ¿Cuándo vivimos un cristianismo ateísta? cuando no cambiamos nuestras vidas, no arreglamos nuestros matrimonios, o vivimos sin gozo y alegría como si no hubiera un Dios que nos capacita para mejorar en todas estas áreas.
El versículo de hoy es claro, “nada es imposible para Dios”. ¿Por qué entonces profesamos creer en Dios, y seguimos viviendo como si no existiera? ¿Por qué nos comportamos de manera opuesta, no, como si NADA fuera imposible para Dios, sino más bien como TODO fuera imposible para Él? ¿Por qué seguir viviendo un cristianismo ateísta?
Querido amigo, es hora de vivir de acuerdo a lo que profesamos. Como si en verdad tuviéramos un Dios sin igual que sobrepasa todas las barreras de las enfermedades, problemas, vicios, o placeres. Es hora de vivir como si en verdad “nada es imposible para Dios”.