“Y dijo Jehová Dios: No es bueno que el hombre esté solo; le haré ayuda idónea para él.” Génesis 2:18
Una de las cosas más tristes de nuestra sociedad, es el haber olvidado que fuimos diseñados para casarnos. Nuestros jóvenes ya no se quieren casar, o se casan tarde en la vida como si fuera algo que obligados tienen que hacer. Este no fue el pensamiento de Dios cuando nos diseñó.
Los versículos de hoy nos aclaran que aun cuando Adán fue perfecto, vivió en un lugar perfecto, y tuvo una relación perfecta con Dios (porque todavía no había pecado), aun con todo esto había algo, que según Dios no estaba bien: que Adán estaba solo. !Esto es increíble! Porque nos enseña que podemos tenerlo todo en la vida, incluso una relación perfecta con Dios, pero todavía sentirnos solos y no estar viviendo como Dios nos diseñó: casados.
Muchos cristianos hoy en día, han acabado sus carreras, son másters, Phds., tienen carro, casa, dinero, y tienen una buena relación con la iglesia y con Dios, pero todavía se sienten solos y miserables. Sin embargo, no muchos de ellos se ponen a pensar que esto es porque todavía no se han casado. Y vale aclarar, que están solteros, no porque no hayan tenido opciones (porque sí las han tenido). Más bien, que la mayoría de ellos están solteros todavía porque no ven el matrimonio como una prioridad en la vida. Estamos diseñados para casarnos, y algo no va a estar bien con nosotros hasta que lo hagamos. Los cristianos al igual que el mundo han caído en la mentira de que el matrimonio es algo secundario en la vida y que tiene que venir después de todo lo demás. Claro, es verdad que tiene que venir después de algunas cosas como madurar, ser un adolescente, o dejar de ser idiota. Pero no tiene que venir después de “todo” lo demás.
El matrimonio es una prioridad en la vida, y no vamos a sentirnos completos (y no vamos a estar bien) hasta que dejemos de pensar como el mundo, y comencemos a darnos cuenta de que fuimos diseñados para estar con alguien más.