“Porque no tenemos un sumo sacerdote que no pueda compadecerse de nuestras debilidades…”. Hebreos 4:15
¿Cuál es la diferencia entre apatía, antipatía, empatía y simpatía? La apatía es desinterés, e indiferencia hacia algo o alguien. La antipatía es odio, repulsión, o desacuerdo hacia algo o alguien. La empatía es la capacidad de comprender las emociones ajenas, pero no necesariamente compartirlas. Finalmente, la simpatía es sufrimiento al unísono, es la capacidad de comprender las emociones ajenas gracias a que yo mismo las experimentado.
En una manera más práctica podemos decir que, si el domingo después de la iglesia usted le pregunta a su cónyuge “¿qué es lo que el pastor predicó?” y su cónyuge contesta: “No sé, y no me importa”, es que es un apático. Si le contesta “lo que quiera que haya sido, estuvo horrible”, es un antipático. Si contesta, “el pastor habló del amor no correspondido, y me sentí identificado, aunque yo mismo nunca lo experimentado”, es un empático. Pero si le dice, “el pastor habló del amor no correspondido y me sentí identificado porque yo también he amado, y no he sido correspondido”, entonces su cónyuge está mostrando simpatía, porque demuestra que comprende las emociones ajenas, gracias a que él mismo las ha experimentado.
En el texto de hoy la Biblia nos enseña que Jesús está lleno de simpatía por aquellos que ama. ¿Por qué entonces ir al Internet, o mi amigo(a), o algún otro lado a buscar la simpatía que tanto anhelamos? Tan solo en Cristo encontramos (no solo alguien quien nos puede ayudar sino también) alguien que simpatiza con nosotros. Así que, está bien tener un mejor amigo, un pastor, un padre, un cónyuge, etc. a quien ir en tiempo de necesitad, pero ninguno de ellos realmente simpatiza con nosotros como Cristo lo puede hacer. Dependiendo a quien acudamos, algunas personas van a mostrarnos apatía, antipatía, empatía o simpatía. Sin embargo, con Cristo siempre podemos estar seguros de que recibiremos simpatía ¿Qué estas esperando?.