“Por eso te aconsejo que de mí compres oro refinado por el fuego, para que te hagas rico; ropas blancas para que te vistas y cubras tu vergonzosa desnudez; y colirio para que te lo pongas en los ojos y recobres la vista”. Apocalipsis 3:18 (NVI)
Jesús dice en este versículo que hay una manera de ser próspero, vestirte bien y tener una vista de 20/20. ¿Cómo? Todo empieza por adquirir el producto correcto. En este caso, oro refinado, el cual representa la fe. Luego, vestiduras blancas, es decir la justicia de Cristo que me trae perdón. Y finalmente colirios, que es la palabra de Dios, la cual me ayuda con mi ceguera espiritual. Así que, desde la perspectiva de Jesús, la fe, la justicia y la Palabra/Biblia son las riquezas que debemos empezar a buscar.
Aquí entonces, tenemos a un Jesús que no solo nos da permiso, sino que también nos ordena salir y comenzar a acumular riquezas. Pero riquezas celestiales. Jesús dice, “es hora de comenzar a acumular fe como nunca antes. Es hora de comenzar a acumular justicia como nunca antes. Y es hora de comenzar a acumular conocimiento de la Palabra, como nunca antes”. Claro, la pregunta para cada uno de nosotros es, ¿Es esto lo que estamos haciendo? Si juntásemos, toda nuestra ropa, casa, carro, y todo lo que poseemos ¿Cuánto tendríamos materialmente hablando? ¿10-20-50-60 mil dólares? Ahora, si juntásemos toda nuestra fe, nuestro conocimiento de la justicia de Dios, y toda la Palabra que está en nuestro corazón ¿Cuánto tendríamos? seguramente mucho menos de lo que tenemos materialmente. Este simple ejercicio, le hará notar que la mayoría de nosotros nos hemos enfocado ya por años, tan solo en acumular lo material. Pero hoy Jesús nos recuerda, que el mandato no es acumular riquezas materiales, sino celestiales. Está bien que tenga y sea próspero en lo material, ahora obedezca y comience a buscar y acumular riquezas celestiales.