“Y le enviaron algunos de los fariseos…para que le sorprendiesen [a Jesús] en alguna palabra” Marcos 12.13
Este versículo está lleno de ironía. Porque aquí tenemos a un grupo de fariseos imperfectos, buscando fallas, en un hombre perfecto como Jesús. Estos fariseos no pueden (ni quieren) encontrar algo bueno en Jesús, para ellos todo lo que Jesús hace es negativo. Tristemente, todos conocemos a personas así. Personas tan negativas que para ellas no hay nada bueno en nadie. Estas personas buscan imperfección en donde sea, su trabajo, la iglesia, la familia, su esposo(a), etc. Son tan negativas que como se dice por ahí, “si se desmayaran no volvieran en sí…volvieran en no”. Pero, si hemos de ser honestos tenemos que reconocer que la verdad es que todos somos así.
Según las encuestas, por cada 10 afirmaciones negativas que una madre hace a sus hijos, ella da tan solo una positiva. En las escuelas, el 75% del tiempo, la actitud de los profesores es negativa hacia los estudiantes. Esto se vuelve aún más complicado cuando recordamos que toma 4 afirmaciones positivas, reparar una afirmación negativa. Es hora de sacar el negativismo de nuestras vidas. Porque no es una actitud cristiana, sino farisea. Claro, hay cosas que son realmente negativas como el pecado. Pero de eso no estamos hablando aquí. Aquí estamos hablando de ser negativo cuando no hay razón de ser negativo, solo la mala intención de serlo. La cura para esta clase de negativismo no es optimismo. Sino poner el orgullo a un lado y dejar de buscarle “la 5ta pata al gato”. Aceptar que nunca encontraremos esa 5ta pata porque el gato solo tiene 4. Es hora de aceptar con humildad que otras personas también pueden hacerlo bien, o/y mejor que nosotros.