“Cada uno de vosotros ame también a su mujer como a sí mismo; y la mujer respete a su marido”. Efesios 5:33
Una de las cosas más interesantes en el boxeo es ver como al terminar la pelea los dos deportistas se abrazan, sonríen, e incluso se felicitan. Uno pensaría que después de golpearse tanto el uno al otro, los dos se odiarían, pero no. La verdad es que ahora se respetan más. Eso claro, si es que los dos han jugado limpio, y no suciamente. Si no lo han hecho, entonces sí es el odio el que va a reinar. Todo matrimonio (si es que quiere permanecer saludable) tiene que aprender a pelear limpio. No hay matrimonio en el mundo que no pelee o tenga desacuerdos. Esto es parte de estar casado.
En su libro “Strike the original Match” Chuck Swindoll nos da algunas sugerencias para aprender a pelear correctamente en nuestros matrimonios (el siguiente es un resumen). PRIMER ROUND: todo debe ser hecho con honestidad, amor, y respeto mutuo. SEGUNDO ROUND: asegúrate de que tus armas no sean letales (ira descontrolada, agresión física/psicológica etc.) TERCER ROUND: La pelea tiene que estar dirigida al problema, no al cónyuge. CUARTO ROUND: Siempre escoge el tiempo y el campo de batalla adecuado. QUINTO ROUND: Cuando hayan terminado, limpien el desorden (sean lo suficientemente maduros/amables para limpiar todo el dolor de su mente y corazón). SEXTO ROUND: Recuerda que casi todo conflicto se puede evitar con 7 palabras: “perdóname, yo soy el que está equivocado”. Nada dentro del matrimonio (ni aun las peleas) debería causar que nos amemos o respetemos menos. Así que aprende a pelear limpio.