“Porque es necesario que todos nosotros comparezcamos ante el tribunal de Cristo, para que cada uno reciba según lo que haya hecho mientras estaba en el cuerpo, sea bueno o sea malo.” 2 Corintios 5.10
“Rendición de cuentas,” antes que una frase política, es una frase bíblica. La Biblia deja en claro que Dios va a venir a pasarnos cuenta de lo que hemos hecho. Esto, aunque difícil de creer, es algo justo y bueno. Imagine que yo salgo de viaje por un mes y dejo a mi hijo a cargo de la casa y con el suficiente dinero para la renta, comida, ropa, y todas las necesidades del día a día. Ahora ¿Qué pasaría si es que yo muero en ese viaje? La ventaja para mi hijo es que nunca tendría que rendirme cuentas. Así que puede hacer lo que le dé la gana con mi casa, y con el dinero. Por otro lado, si es que regreso, y al rendirme cuentas me dice que ha gastado todo el dinero en video juegos, pornografía, prostitutas, licor, y apuestas…entonces voy a tener un hijo menos en casa. El punto es claro, la rendición de cuentas es algo justo y bueno. Nos mantiene responsables. Si es que no hay nada después de la muerte.
No Dios a quien rendirle cuentas, entonces hagamos lo que nos dé la gana. Pero no es así. Dios existe y todos le rendiremos cuenta algún día. Es hora entonces de comenzar a controlar esos deseos pecaminosos, actitudes estúpidas, palabras sin sentido etc. que salen de nosotros. Y empezar hacer lo que es bueno. Porque la Biblia dice que si hacemos lo que es correcto, entonces recibiremos recompensa. Piensa en lo que quieres recibir, cuando Él venga.