“Y dará a luz un hijo, y llamarás su nombre JESÚS, porque él salvará a su pueblo de sus pecados.” Mateo 1:21
En la Biblia la culpa y el pecado están conectados. La culpa es un mecanismo interno que Dios ha puesto en nosotros para ayudarnos a saber que hemos pecado. ¿Cómo propone el mundo deshacerse de esta culpa y pecado? Según el Dr. Wayne Dyer: “Has algo que te produzca culpa. Tómate una semana para estar solo y hacer eso que siempre has querido hacer y te ha hecho sentir culpable. Hazlo aun cuando los miembros de tu familia se opongan a ello. Hacer esto, te ayudará poco a poco, acabar con ese sentido de culpa que siempre te molesta.” Esta es la solución del mundo, pecar y pecar hasta que no sintamos más culpa. La solución de Dios es diferente: JESÚS. La solución de Dios es aceptar que somos pecadores rumbo al infierno, porque somos culpables de haber roto los mandamientos divinos. Pero también, aceptar que en su infinita misericordia Dios nos ha amado de tal manera que ha enviado a su Hijo a pagar por nuestros pecados y así librarnos tanto de la culpa, como del infierno. Este 24 de diciembre no olvides que si algo nos recuerda esta Navidad, no es que somos personas buenas, sin pecado, y sin culpa. Es lo opuesto. Esta Navidad nos recuerda que aquel que no fue culpable y pecador como nosotros. Vino a morir para que nosotros los culpables y pecadores, pudiéramos vivir.