“Vosotros pensasteis mal contra mí, mas Dios lo encaminó a bien, para hacer lo que vemos hoy, para mantener en vida a mucho pueblo”. Génesis 50.20
William Shakespeare en su obra Macbeth escribió: “La vida es como un cuento, un cuento relatado por un idiota; un cuento lleno de ruido y de furia, [el cual] no tiene ningún sentido”. Aunque esto desde un punto de vista bíblico no es verdad, tristemente muchas personas (incluidos algunos creyentes) vivimos como si lo fuera. Vamos por la vida sin gozo, sin rumbo, sin ningún propósito o significado. Vivimos como un barco a la deriva yendo de un lado a otro. Pero el versículo de hoy nos enseña a ver las cosas de otra manera. José había vivido a la “deriva” por muchos años. Había sido abusado en muchas maneras por sus hermanos, vendido como un esclavo, culpado por cosas que no hizo, ido a la cárcel, etc. pero él nunca vio su vida como un cuento narrado por un “idiota” o un barco a la deriva. Sino como sucesos guiados por Dios. Por eso le dice a sus hermanos, “ustedes me hicieron todas estas cosas pensando hacerme mal, mas Dios lo encaminó a bien”. ¿Quién crees que guía tu vida? ¿Tu? ¿Nadie? ¿Un idiota? O ¿Dios? A veces pareciera que la vida no tiene rumbo, pero esa en tan solo nuestra percepción. La verdad es que Dios lo controla todo, y los vientos de la vida nos llevan a donde él quiere que vayamos. En estos tiempos de incertidumbre no pienses que las cosas se han salido de control. Se han salido de nuestro control sin duda, pero no del control de Dios. Confía en él.