“Hijitos, ya es el último tiempo; y según vosotros oísteis que el anticristo viene, así ahora han surgido muchos anticristos; por esto conocemos que es el último tiempo. Salieron de nosotros, pero no eran de nosotros…” 1 Juan 2.18–19
Los teólogos correctamente han dicho que la iglesia es visible e invisible. Visible, porque claramente podemos ver como miles de personas se reúnen cada semana para celebrar los cultos dominicales. Invisible, porque aunque vemos a esas miles de personas reunirse cada semana, reconocemos también que no todas esas personas son creyentes verdaderos, eso es algo que solo Dios puede ver. Juan nos recuerda esta misma verdad en el versículo de hoy. Juan dice que hay gente que profesa pertenecer a la iglesia, pero que en verdad son lo contrario. Son anticristos. Están en contra de Cristo. Juan dice en otras palabras que no toda persona que es parte de la iglesia visible (que se reúne todos los domingos) es automáticamente parte de la iglesia invisible (un cristiano de verdad). Así que es hora de reconocer que entre nosotros hay personas religiosas que vienen los domingos, que van a las células, que participan de la Santa Cena, que dan la ofrenda, que han estado en la iglesia por años, etc. pero que penosamente, no son creyentes verdaderos. Son gente que cada domingo viene y pretende alabar a Cristo, pero que de lunes a viernes son anticristos. Por lo tanto no mezcles las cosas. La próxima vez que veas a alguien malo en tu iglesia (o en otra) no seas tan duro ni crítico con dicha iglesia. Ninguna iglesia ha dicho que todas las personas que asisten a tal iglesia son creyentes. “Caras vemos, pero corazones no sabemos”. O como lo dijo Jesús: “No todo el que me dice: Señor, Señor, entrará en el reino de los cielos”. Así que no te desamines, dejes de congregarte, o te sientas mal tan solo porque vez a un anticristo el domingo en la iglesia. Es hora de pensar maduramente y darnos cuenta que la iglesia en este mundo y temporalmente es visible e invisible. Es decir, está compuesta de pecadores perdonados como tú yo, pero también tiene algunos anticristos.