“Y dará a luz un hijo, y llamarás su nombre JESÚS, porque él salvará a su pueblo de sus pecados”. Mateo 1.21
¡Llegó la navidad! Y con ella el tiempo de estrés. Las compras, los regalos, la decoración de galletas de nuestros hijos, las cenas navideñas, etc. ¿Quién no se siente abrumado con tanta actividad? Aunque suene extraño, la navidad se ha convertido en una de esas épocas del año en las que más nos cuesta enfocarnos en Jesús. Si no lo cree, pregúntese ¿de qué se sentiría más culpable en estos días? De no comprarle un regalo a su hijo (o algún ser querido) o de no ir al culto de navidad de su iglesia para celebrar a Jesús. Si hemos de ser honestos, la mayoría de nosotros nos sentiríamos más culpables de no hacer lo primero, y no tanto de lo segundo. Esto por supuesto no enseña algo que ya sabíamos, que nuestro enfoque durante la navidad no está en Jesús, sino en el consumismo en el que este mundo nos ha metido. Sin embargo, gracias a Dios tenemos la Biblia la cual nos recuerda que el verdadero significado de la Navidad es el nacimiento de un niño que vino para salvarnos de nuestros pecados. No obstante, aquí hay algo que también tenemos que recordarnos cada navidad. Que este pequeño niño no nos salvó siendo niño. Si Jesús hubiese muerto en la cruz siendo tan solo un niño, él no hubiese podido salvar a nadie. Por eso la Biblia nos recuerda una y otra vez que para poder salvarnos, Jesús tuvo que volverse un hombre. La Navidad empezó todo el programa de salvación que Dios había planeado, pero no fue todo el programa. Después de su nacimiento muchas cosas más eran requeridas, cosas que un pequeño niño jamás hubiese podido hacer, aun si es que lo hubiese querido. La navidad entonces es el comienzo de nuestra historia de salvación, no es toda la historia. La historia de salvación comienza con la navidad sí, pero luego sigue con la muerte, resurrección, y ascensión de Cristo al cielo. Pero esta tampoco termina allí, sino que termina con nosotros llegando al cielo y morando con Dios para siempre. Así que navidad no te quedes tan solo con el niño, mira toda la historia. El nacimiento de este niño trae esperanza, pero una esperanza parcial. La esperanza completa llegará a nuestras vidas tan solo cuando veamos a este niño volverse un hombre y hacer todo lo que tuvo que hacer para llevarnos al cielo. ¡Feliz Navidad!