Sirviendo a los demás

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“Pues si yo, el Señor y el Maestro, he lavado vuestros pies, vosotros también debéis lavaros los pies los unos a los otros. Porque ejemplo os he dado, para que como yo os he hecho, vosotros también hagáis”. Juan 13.14-15
El ejemplo más grande de servicio es el del Señor Jesús, quien siendo Dios mismo no tuvo vergüenza, miedo, o recelo de venir a servir lavando los pies sucios de los discípulos, o lavando la suciedad del pecado que estaba en nuestros corazones. Pero Jesús fue más allá, Jesús nos enseñó que tenemos que tener la misma actitud de servicio que él tuvo, y no solo a los que estuvieron más cerca de él como su familia, sino también a los que estuvieron lejos. Pero la pregunta este día es, ¿a cuántos de nosotros nos gusta realmente servir? ¿Cuántas veces nuestros hijos, cónyuges, vecinos, clientes del trabajo o un extraño han venido a nosotros porque requieren de nuestros servicios pero no les hemos servido bien, o incluso, no les hemos ni siquiera servido de algo? Tristemente, la ironía de nuestra cultura es que pocos son los que quieren servir de verdad, pero todos queremos ser servidos. Sin embargo, hay también otra ironía, muchos quieren servir en grande, pero pocos quieren servir en lo poco. Como dice el dicho, “todos quieren salvar el mundo, pero nadie quiere lavar los platos.” Miles de activistas hoy en día salen a las calles a querer transformar el mundo, pero nadie quiere empezar transformando sus hogares. Quieren servir al planeta y a la humanidad protestando porque estamos matando al mundo, pero nadie quiere servir en el hogar “lavando los platos”, haciendo lo que tienen que hacer para salvar las relaciones con sus hijos, o con sus cónyuges. No seas un activista solo frente a las cámaras, o de Facebook. Primero “lava los platos,” ocúpate de servir a los que están mas cerca, y luego sí, sal a servir a los demás. Recuerda que servir a todos (los que está más cerca y más lejos) es lo que nos mandó el Señor. Y recuerda también, que servir a los demás no te hace menos que nadie, sino que te hace más como Jesús.