“No dejando de congregarnos, como algunos tienen por costumbre, sino exhortándonos; y tanto más, cuanto veis que aquel día se acerca”. Hebreos 10.25
El procedimiento conocido como diálisis, elimina los productos de desecho y líquidos de la sangre que los riñones no pueden eliminar. Sin diálisis, todos los pacientes con insuficiencia renal terminal morirían debido a la acumulación de toxinas en la sangre. ¿Cuántos pacientes con insuficiencia renal terminal, son los que dejan de asistir a sus sesiones semanales? Raro es el caso, porque cada uno de ellos sabe lo importante que es asistir a cada sesión. Para estos pacientes entonces, como es obvio, el futbol, su vacación en la finca, la pereza, las reuniones familiares, y cualquier otra cosa, van siempre a estar por debajo de sus sesiones semanales de diálisis. Ahora, créalo o no, nosotros los creyentes estamos llamados también a practicarnos una sesión semanal de diálisis espiritual, y a esto le llamamos, “ir a la iglesia los domingos”. Tristemente, algunas personas creen que esto ya no es importante. Sin embargo, esta actitud no solo muestra su arrogancia, sino también su ignorancia, y su desobediencia. Muestra su arrogancia, porque con su actitud nos dicen que ellos no necesitan de nadie. Muestra su ignorancia, porque no se dan cuenta de lo beneficioso que es ir a la iglesia. Y muestra su desobediencia, porque como vemos en el versículo de hoy, claramente la Biblia nos llama a no dejar de congregarnos. Aunque no lo creas entonces, tu asistencia o ausencia de iglesia cada domingo dice mucho de tu estado espiritual presente, y futuro. Si un paciente de insuficiencia renal terminal no va su sesión semanal, todos saben que su estado presente no va a ser bueno, y que su estado futuro va a ser incluso peor. Así que no dejes de congregarte. Busca una iglesia, o sigue asistiendo fielmente a la que ya vas. Y sobre todo, nunca pienses que no ir a la iglesia regularmente es señal de que eres fuerte en la fe. De hecho es lo opuesto, es señal de que estas muriendo.