Y él os dio vida a vosotros, cuando estabais muertos en vuestros delitos y pecados, en los cuales anduvisteis en otro tiempo, siguiendo la corriente de este mundo, conforme al príncipe de la potestad del aire, el espíritu que ahora opera en los hijos de desobediencia, (Ef. 2:1,2)
La realidad es que este mundo es territorio ocupado por el “príncipe de la potestad del aire”, el espíritu que gobierna sobre “los hijos de desobediencia” es decir, sobre todo aquel que no quiere sujetarse al gobierno de Cristo.
Cristo vino a este mundo para sabotear el gobierno de satanás, y a través de su pasión, muerte y resurrección instauró un reino que no es de este mundo, pero que dio su inicio en este mundo y sigue atrayendo a aquellos que por el escuchar del evangelio se dan cuenta que están viviendo como “hijos de desobediencia” y esclavizados bajo el “príncipe de la potestad del aire”. Es por esto que claramente el apóstol Pablo en este pasaje al dirigirse a los creyentes de Éfeso les dice que recibieron vida cuando estaban muertos en “vuestros delitos y pecados”, por cuanto seguían la corriente de este mundo, que no es otro sino el sistema instaurado por satanás con la finalidad de mantener a todo el mundo alejado de Dios.
Sin embargo, muchos están escapando de la “corriente de este mundo” al darse cuenta por el amor de Cristo mostrado en el tormento de la cruz, que el “príncipe de la potestad del aire” los está llevando a la muerte eterna, engañándoles con placeres temporales, en los cuales pronto se sienten atrapados, oprimidos y esclavizados caminando como muertos vivientes aun en este mundo.