“Jesús extendió la mano y le tocó, diciendo: Quiero; sé limpio. Y al instante su lepra desapareció” (Mateo 8.3)
La lepra es una enfermedad muy particular. El Dr. Paul Brand en una ocasión contó la historia de uno de sus pacientes de lepra llamado Sadan. Sadan había llegado al hospital en condiciones extremas, sus brazos y piernas estaban siendo consumidos por la lepra. Con un poco de ayuda, Sadan recuperó la movilidad y la función de las manos llegando incluso a trabajar utilizando una máquina de escribir. Pero el problema eran sus pies, los cuales seguían poco a poco deteriorándose y cubriéndose de úlceras y tejidos sangrientos. La última vez que el doctor Grand vio a Sadan, fue cuando Sadan volvió al hospital para cambiarse las vendas de los pies por décima vez, el mismo día. Después de pasar media hora cambiando esas vendas, el doctor Grand notó algo que nunca había notado antes, Sadan (al igual que las otras veces) salió caminado del hospital, apoyando todo el peso de su cuerpo sobre esos pies llenos de llagas sangrientas y a punto de deshacerse. ¿Cómo era posible que Sadan hiciera esto? Porque la lepra le había quitado la sensibilidad en sus pies. Esta enfermedad tan horrible, es la analogía perfecta del pecado. Cuando dejamos que el pecado entre a cualquier parte de nuestra vida, entonces comienza a quitarnos la sensibilidad. Y entonces poco a poco, esa parte de nuestra vida se “pudre”, y luego se arruina. Las buenas noticias sin embargo son que Jesús nunca tuvo miedo, o temor de tocar a un leproso, ya sea este un leproso físico, o espiritual. Y aun mejor que esto, es recordar que Jesús siempre estuvo dispuesto a sanar las dos clases de lepra. ¿Has dejado que el pecado entre en alguna parte de tu vida? ¿Estás perdiendo la sensibilidad en lo que ves, lo que oyes, en lo que haces, etc? Entonces tienes un caso severo de lepra espiritual. Es hora de acudir al Gran doctor. Es hora de pedir perdón, y luego dejar que te toque para que seas sanado. ¿Por qué vivir lleno de úlceras sangrientas? Cuando podemos limpios y sanos.