“He aquí, yo os envío como a ovejas en medio de lobos; sed, pues, prudentes como serpientes, y sencillos como palomas”. Mateo 10.16
Cabeza fría y corazón cálido, esta es la manera de vivir en este mundo. O en las palabras de Jesús, lo que necesitamos para vivir el día a día es, prudencia como serpientes, y sencillez como palomas. ¿Por qué? porque este mundo está lleno de lobos que están listos de dañarnos y destrozarnos a nosotros las ovejas. Esta prudencia o cabeza fría según Jesús, tiene que ser como la prudencia de la serpiente, la cual muestra su prudencia a la hora de huir o atacar. Cuando tiene que huir lo hace de manera silenciosa evitando así, meterse en problemas o situaciones de donde salga perjudicada. Por otro lado, cuando tiene que atacar, su veneno y su mordida son mortales. Tener cabeza fría o prudencia en este mundo entonces tiene que ver con enfrentar la vida sabiendo bien cuando debemos evitar meternos en más problemas, o cuando debemos enfrentar esos problemas directamente, y no huir de ellos. Pero Jesús dice también que debemos vivir en este mundo con sencillez, como las palomas. Esto quiere decir que los problemas o los conflictos de la vida se los afronta teniendo también un corazón cálido hacia los demás. El mejor ejemplo de todo esto es el mismo Jesús, quien nunca dejó que la sociedad, el sistema, sus emociones, la moda, la sociedad, los problemas, sus amigos o su muerte arrancaran de él esa prudencia y sencillez. Jesús se enfrentó a uno o a todos cuando tuco que hacerlo, pero algunas veces también evitó el conflicto. Eso es prudencia. Por otro lado aunque Jesús dijo cosas muy directas, firmes y duras, todo lo hizo con un corazón cálido, llenos de amor. Tiene que haber un balance entre la cabeza y el corazón a la hora de enfrentar el día a día. ¿Cuál es ese balance? Cabeza fría, y corazón cálido.