Frente a una nueva frustración.

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Por sus frutos los conocerán. ¿Acaso se recogen uvas de los espinos, o higos de los cardos? (Mt. 7:16)

 

Jesús dijo: “Por sus frutos los conocerán”. Si vemos que una determinada planta da uvas, es porque se trata de una vid, de la misma manera si queremos encontrar higos, no podemos buscar éstos en una planta de cardos. Así también al ser humano se le conoce por sus creencias.

En el aspecto político solemos poner toda nuestra esperanza en las personas, y mas no en las ideas que sustentan aquellas personas. Toda persona tiene sus ideas propias y éstas las adquieren de su entorno familiar, educacional y con la influencia del entorno social. Por ejemplo mucha gente de nuestro país tiene convicciones socialistas, por cuanto estas ideas fueron sembradas a lo largo de sus vidas, y no se les puede culpar que piensen de manera tal, por cuanto fueron formados con ellas. Pero de lo que si se les puede culpar es que después de poner en práctica sus ideas socialistas, y vean con claridad que éstas no se ajustan a la realidad, continúen “tratando de cosechar uvas de los espinos”.

Cuando esto sucede es que estamos frente a una utopía, y por lo tanto se debe con sinceridad examinar esta serie de creencias. Entonces ¿Cuál es la falla del socialismo? En primer lugar no contempla al ser humano como una criatura egocéntrica, centrada en si misma. El socialismo cree que la falla es del entorno y no del individuo. Cree que las condiciones sociales son las únicas causantes del deterioro moral, de tal manera que si estas se arreglan, todo florecerá perfectamente. Es por esto que los socialistas se sorprenden grandemente que la corrupción haya tomado dimensiones gigantescas, cuando no debería haber pasado tal cosa. Y esto tan solo por no aceptar que el ser humano es un ser egocéntrico.

Es por esto que la frustración puede aparecer vez tras vez, por cuanto no queremos ver la realidad, sino que nos auto engañamos diciéndonos que la persona fue la equivocada, pero que ahora que hemos cambiado de persona hay una nueva esperanza de que por fin nuestras ideas triunfen, y que por fin podamos cosechar uvas de los espinos.