“Pero el alimento sólido es para los que han alcanzado madurez, para los que por el uso tienen los sentidos ejercitados en el discernimiento del bien y del mal” (Heb 5.14)
¿Cuánto has gastado últimamente? en verte bien y ejercitarte ¿en ropa, cremas, aceites, zapatos, gimnasios etc.? ¿Cuánto tiempo te pasas arreglando antes de salir, antes de que alguien te vea y poder causar una buena impresión? ¡Oh! Si tan solo pensáramos igual en el ámbito espiritual. Espiritualmente hablando, todos nacemos horribles y deformes porque todos nacemos con pecado, y toma toda una vida ejercitarse para poder vernos bien. Todo empieza con ser salvos, y luego el tratamiento continúa con ir diariamente al “gimnasio celestial” el cual es la vida diaria. En este gimnasio celestial se nos presentan diversas clases de “pesas” o pruebas, unas más duras que otras, pero que con el suficiente entrenamiento y perseverancia son superables. José en la Biblia, es un gran ejemplo de esto. Sus hermanos lo odiaban, pero él los amaba. Ellos abusaban de él, y él los perdonaba. La esposa de su jefe, Potifar, lo acosó sexualmente, pero él huyo. Faraón quería darle todo el crédito por interpretar sueños, pero José le da el crédito a Dios. José practicaba continuamente los valores correctos, es decir se ejercitaba diariamente en el gimnasio celestial. Cuando quería odiar, practicaba el amor, cuando quería ser rencoroso elegía perdonar, cuando era tentado sexualmente actuaba con pureza, cuando podía enorgullecerse, procedía con humildad. ¿Cuánto has gastado en verte bien y ejercitarte últimamente? ¿Cuánto tiempo te pasas arreglando, antes de salir, antes de que alguien te vea? y ¿Cuánto tiempo has pasado últimamente en el gimnasio celestial? Talvez es hora de cambiar de gimnasio.