“De manera que cualquiera que quebrante uno de estos mandamientos muy pequeños, y así enseñe a los hombres, muy pequeño será llamado en el reino de los cielos; mas cualquiera que los haga y los enseñe, éste será llamado grande en el reino de los cielos.” Mateo 5.19
W. Tozer dijo una vez que los personajes bíblicos pueden ubicarse en 4 categorías diferentes. Primero, los que son extraordinarios, pero no piadosos. Segundo, los que son piadosos, pero no extraordinarios. Tercero,los que no son ni piadosos ni extraordinarios. Cuarto, los que son piadosos y extraordinarios. En el versículo de hoy Jesús está hablando de los cristianos que están en la cuarta categoría, es decir los que son llamados grandes en el reino de los cielos. Según Jesús, un cristiano grande o extraordinario es aquel que obedece a Dios sin pensarlo dos veces. Alguien que no es como el escriba que solo sabe o incluso enseña de la Biblia, pero no la aplica. Tampoco es como fariseo que vive hipócritamente una vida externa religiosa, pero que internamente está muerto. Tampoco es como esa clase de cristiano que Jesús llama “pequeño” que es aquel que obedece solo cuando es beneficioso para sus intereses personales. Todos estos están dentro de las tres primeras categorías de Tozer. Solo el creyente, que obedece a Dios parándose firme en sus convicciones bíblicas a pesar de lo que diga el mundo y los demás, es aquel que se lo llamará grande o extraordinario en el reino de los cielos. La pregunta hoy entonces es ¿en qué categoría estas tú? Cuando entres por las puertas del cielo ¿Qué te dirá el Señor? “Bienvenido cristiano grande y extraordinario” o “Bienvenido cristiano pequeño” o “Bienvenido… ¿?”. La obediencia es la que al final decidirá cómo te recibirá el Señor en el cielo