“Venid a mí todos los que estáis trabajados y cargados, y yo os haré descansar.” Mateo 11.28
Hasta el 2004 existían alrededor de 260 diferentes escuelas de psicoterapia. Es decir, que desde el punto de vista psicológico hay 260 maneras diferentes de interpretar y solucionar los problemas humanos. Irónicamente, muchas de estas interpretaciones que se ofrecen como solución al problema humano, tienen problemas ellas mismas y se contradicen la una con la otra. El Yoga por su parte nos ofrece liberación de las limitaciones de la carne, los sentidos y el pensamiento, dejándonos casi en un estado semi-humano. Los shamanes nos brindan “limpias” con huevos, remedios de vientos, pócimas secretas y más, para que así supuestamente se alivien nuestros problemas del alma. Y es así que durante siglos seguimos yendo a shamanes, la piscología, la astrología, el yoga, la religión y a muchas otras cosas. Y ha pasado el tiempo, nuestro dinero ha disminuido, y seguimos igual. Nuestra alma sigue agotada, turbada y cansada. Jesús por su parte dice, la solución para el verdadero descanso del alma soy yo. En otros lados y métodos podemos encontrar alivio temporal, pero no permanente. Podemos tratar lo que queramos, pero nuestras almas no van a encontrar descanso hasta que descansen en él. En Jesús encontramos perdón por nuestros pecados, y la fuerza para poder derrotar al pecado. Toda persona que ha encontrado estas dos verdades y se apoderado de ella por medio de la fe, puede realmente encontrar descanso. ¿Quieres darle un descanso temporal a tu alma? las soluciones son muchas. ¿Quieres dares descanso permanente? La solución es una, Jesús. San Agustín tenía razón cuando dijo, “Nos hiciste para ti mismo, y nuestras almas no encontrarán descanso, hasta que descansen en ti.”