¿Tiene importancia Dios?

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Profesando ser sabios, se hicieron necios, (Ro.1:22)

¿Es usual contar con Dios en nuestra planificación diaria, semanal o mensual?, durante nuestras conversaciones, ¿Está presente el protagonismo de Dios?, y aun en medio de las crisis que vivimos, ¿Evaluamos los acontecimientos con el actuar de Dios? Si frente a estas preguntas la realidad es que Dios es poco o nada importante, entonces debemos preguntarnos: ¿Qué ha dado lugar a este viraje en nuestra sociedad?

Las ideas tienen consecuencias, o dicho en otra forma, lo que sembramos cosechamos. Frente a esto miremos lo que la cultura occidental ha venido sembrando durante el último siglo. Francis Bacon, dijo: “Un poquito de ciencia aleja al hombre de Dios, mucha ciencia lo vuelve a acercar a El”. La metodología científica siempre proclamó y proclama que encuentra su lugar donde las teorías son sujetas a pruebas rigurosas, y está ausente cuando se pretende proteger la teoría al no someterlo al ensayo. Por lo tanto si muchos científicos no hubieran tenido esa avidez de hacer verdadera a toda costa su teoría, sino que, hubieran estado al servicio de la ciencia, no se hubiera hecho tanto daño al pensamiento científico moderno, el cual carece de debate y de imparcialidad. Es por esto que en las universidades la única verdad que queda, es el naturalismo filosófico el mismo que proclama que, únicamente las explicaciones naturalistas reúnen las condiciones para ser ciencia.

Porque si la evolución fuese enseñada en los centros educativos, como lo que verdaderamente es; como una aglomeración de ideas compuestas de hipótesis en conflicto y no como una certidumbre indudable, entonces no sería dañina. Pero la Literatura Darwinista sigue presentando al mundo como un hecho probado el “hecho de la evolución”, y como implicaciones lógicas de la ciencia. Por lo tanto, ésta realidad no científica está trayendo implicaciones que van desde la carencia de debate en los centros educativos, hasta la perdida de la ética en todo el ámbito social. Y es debido a esto que Dios es poco o nada importante.