Formando Seres Libres

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J. B. Watson, fundador del conductismo dijo: “Denme el bebé… y la posibilidad de moldearlo en cualquier dirección es casi interminable”. Ni pensemos en tratar de reformar el comportamiento a través de la religión y la moralidad; estas son meras formas de opresión.

La educación moderna influida por esta filosofía está sacando de los hogares a los niños en edades muy tempranas con la finalidad de moldearles para sus fines. Cuando un infante es tomado del ambiente del hogar sin haber recibido las dosis necesarias de seguridad y confianza, que son los ingredientes básicos para la formación de una identidad sana y segura, entonces es presa fácil para moldearlo en cualquier dirección. La historia nos revela muchos ejemplos de estos, como el caso de la educación Prusiana, en donde se les moldeaba principalmente para que sean soldados.

La libertad es el componente básico de la vida que nos permite elegir sea lo más glorioso, como también lo más nefasto; pero sin embargo, sin éste componente no es posible luchar por los ideales más altos de la vida. Y este don precioso de la libertad se desarrolla únicamente durante los primeros años de vida en el ambiente del hogar, por cuanto es allí donde el niño es aceptado y querido tal como es; desarrollando una autoconfianza y seguridad únicas, cualidades que le llevarán a través de su existencia a buscar una vida con propósito, como también a luchar por la consecución de los más altos ideales. Por ejemplo, una vida que expresa libertad, no sigue a los demás únicamente por el miedo a no ser aceptado.

Así mismo el Dr. Robert Gordon dice: “Las consecuencias a largo plazo de la falta de vinculación con la madre en los primeros años de vida, desarrolla trastornos de personalidad, comportamiento adictivo, impulsividad, baja autoestima y hasta comportamiento criminal”. Frente a todo esto es urgente examinar si es correcto que mandemos a nuestros hijos a muy temprana edad a los centros educativos.