Mujer virtuosa, ¿quién la hallará?
Porque su estima sobrepasa largamente a la de las piedras preciosas.
El corazón de su marido está en ella confiado,
Y no carecerá de ganancias.
Le da ella bien y no mal
Todos los días de su vida…
Se levantan sus hijos y la llaman bienaventurada;
Y su marido también la alaba:
Muchas mujeres hicieron el bien; Mas tú sobrepasas a todas. (Prov. 31:10-12,28,29)
En este día internacional de la mujer quiero destacar el roll de la mujer-madre, sin el afán de subestimar a la mujer que cumple con otros propósitos en la vida.
La tarea por Dios asignada a la mujer-madre es insustituible porque solo ella puede dotar de la felicidad necesaria, para que toda criatura sobre la faz de la tierra pueda alcanzar la madurez de una identidad sana. Todo bebé que nace, tiene una sed innata de felicidad, y la fuente de felicidad es la madre, ya que nadie más puede proveer a esa búsqueda mejor que ella.
Es así que el infante y el cuidado maternal forman una unidad, y sin el cuidado maternal en verdad no habría un infante. Lo que llena de felicidad al bebé es descubrir que: “alguien está feliz de estar conmigo”, y son los ojos de aceptación y el tiempo que dedica la madre, los que proyectan ésta felicidad. El Dr. John Bowlby dijo: “El amor maternal en la infancia y niñez es tan importante para la salud mental como son las vitaminas y proteínas para la salud física”
Pero cuando esta tarea maternal falla, las consecuencias se evidencian en experiencias de inseguridad, especialmente en el área de la identidad. Por lo tanto en éste día quiero exaltar esa labor abnegada de la madre que hace grandes sacrificios con el afán de invertir en la formación de hijos sanos y seguros, la misma que es una inversión que tiene una retribución sin límites como lo expresa el libro de los proverbios: “Se levantan sus hijos y la llaman bienaventurada”