Este dicho originalmente alemán he ingles se ha perennizado a través de la historia, por cuanto ilustra la locura que han cometido quienes tratando de deshacerse de algo malo, han perdido también lo bueno, o sea han tirado el agua sucia de la tina con bebé y todo. Bajo la perspectiva de este dicho vamos a analizar este y los siguientes domingos lo bueno que de nuestra cultura mayormente cristiana hemos tirado, junto con el “agua sucia”.
El Machismo.
Al tirar el “agua sucia” del machismo veamos qué principio cristiano (bebé) hemos tirado juntamente.
Todos hemos identificado que el machismo ha causado tanto daño a nuestra sociedad ya que éste se presenta en hombres que han interpretado que ser cabeza del hogar es tener la oportunidad egoísta de oprimir a los que están bajo su autoridad. Son hombres que dictan órdenes por medio de gritos desde su cómoda posición en el sofá frente al televisor. Son aquellos que pueden tener sus amoríos, y cuando llegan a casa exigir una sumisión absoluta; son aquellos que nunca están dispuestos a servir y sacrificarse en el hogar, etc.
El machismo ha llevado a desechar el principio cristiano del orden de Dios para el matrimonio, el mismo que dice: “Pero quiero que sepáis que Cristo es la cabeza de todo varón, y el varón es la cabeza de la mujer, y Dios la cabeza de Cristo.” (1Cor. 11:3). A desechado cuando la mujer experimentando el maltrato y el abuso ha tomado la determinación de ponerse también como cabeza, ya que ésta, ha llegado a entender que ser cabeza es ser mas valiosa he importante, cuando en verdad no se trata de importancia o de valor, sino mas bien del orden sabio para que el matrimonio funcione y además del diseño con el que Dios nos hizo para ser eficientes en nuestros roles. Por ejemplo el varón puede hacer lo mejor que pueda tocante al cuidado de los bebés, pero nunca llegará a hacerlo con naturalidad y eficiencia como lo hace una mujer, y de igual manera la mujer puede hacer lo mejor que pueda en lo tocante a ser cabeza sin embargo… Continuaremos.