El Estado Como “Salvador”
Nuestra querida nación del Ecuador se encuentra teniendo al Estado como su única esperanza para salir de la situación caótico en la que se encuentra y también de su única esperanza para alcanzar prosperidad futura.
El Estado es una de las esferas necesarias para el convivir exitoso de una nación de cuya función eficiente nos aprovechamos todos viviendo en un ambiente de orden y de paz. Su función es la de proveer de orden y de seguridad interna y externa a la nación. Sin embargo una nación no se compone solo de la esfera del Estado, sino de otras esferas que también gozan de autoridad dentro de su jurisdicción y estas son: La Familia, La Iglesia, y La Comunidad.
La familia por siglos ha tenido el rol dado por Dios de formar el carácter de los hijos por medio del amor, el trabajo, la enseñanza moral y la disciplina, sin embargo a través del deterioro familiar la Iglesia y el Estado por medio de la educación privada y pública han ido tomando algunas de estas responsabilidades familiares. También la Iglesia ha descuidado su rol de la instrucción del evangelio y de la ley moral a las familias, por lo que es el Estado el que está decidiendo lo que es correcto e incorrecto en cuanto a la justicia. No nos confundamos, el Estado puede administrar justicia pero no determinar los “nuevos valores” a cambio de los principios trascendentes y absolutos universales.
Esta situación que estamos viviendo como país pone en peligro el bienestar de nuestra nación por cuanto el Estado está tomando un rol para el que no fue creado ni tampoco está preparado.
Por esta razón es urgente que la esfera familiar y de la iglesia asuman su responsabilidad a la luz de las Escrituras y no carguemos sobre el Estado, ya que si este sigue tomando estas responsabilidades terminará asumiendo el papel de Dios y terminaremos en un estado totalitario, ya que el poder corrompe al mejor intencionado.